TRATAMIENTO PREVIO:
HORMIGÓN O MAMPOSTERÍA: El hormigón o la mampostería nuevos deben curarse durante 30 días antes de aplicar el recubrimiento. Cualquier superficie de hormigón debe protegerse de la transmisión de la humedad de las áreas sin recubrir. Quite todo el hormigón suelto o deteriorado.
PISOS DE HORMIGÓN: Quite la lechada y cree un perfil de rugosidad ya sea con decapado con ácido con la Solución de limpieza y decapado 108402 de Rust-Oleum o con una amoladora. Si opta por el decapado, consulte la Hoja de datos técnicos de la Solución de limpieza y decapado 108 para obtener las instrucciones de aplicación completas. Enjuague bien y deje secar. El hormigón debe estar completamente seco antes de aplicar el recubrimiento. Después del decapado, el hormigón debe presentar una textura similar a una lija fina. Repita el proceso de ser necesario. Los selladores de la superficie y los agentes de curación deben quitarse con la amoladora. Limpie con una aspiradora para quitar las partículas de polvo y los residuos. El piso debe estar seco y libre de polvo antes de la aplicación. Los pisos recubiertos anteriormente deben estar en buenas condiciones y contar con el grado de adhesión apropiado
al sustrato de hormigón.
APLICACIÓN:
El método de aplicación de preferencia es el método Airless. No obstante, la brocha/pincel, el rodillo o la pulverización por atomización de aire también pueden utilizarse. Consulte la tabla para obtener recomendaciones de dilución. Para obtener el rendimiento adecuado, se requiere un espesor de película seca de 5-8 mil (125-200 µ). Pasar la brocha/pincel o el rodillo de manera excesiva puede reducir el espesor de la película. Aplique una segunda capa de ser necesario para alcanzar el espesor de película recomendado.
Use el Activador estándar o el Activador de curado rápido a temperaturas ambiente de entre 50-120 °F (10-49 °C) y la temperatura de
la superficie de al menos 5 °F (3 °C) por encima del punto de condensación (rocío) y por debajo de los 120 ºF (49 ºC). Las temperaturas de curación bajas o la condensación sobre la película durante la curación pueden impactar en la terminación en forma de rubor de amina. Generalmente, esto puede quitarse con agua y jabón, sin embargo, si se presenta en gran cantidad, el rendimiento del recubrimiento puede verse levemente afectado.
TODAS LAS SUPERFICIES: Elimine todos los contaminantes químicos, sal, aceite, grasa y suciedad limpiando la superficie con un
desengrasante u otro limpiador apropiado. Enjuague con agua dulce y deje secar.
ACERO: Se requiere una limpieza con una herramienta manual (SSPCSP-2) o herramienta eléctrica (SSPC-SP-3) para quitar todo el óxido y las partes flojas, y los recubrimientos previos deteriorados para obtener una superficie oxidada resistente. Para obtener una óptima resistencia a la corrosión, utilice el chorro abrasivo al grado comercial SSPCSP-6, con un perfil de rigurosidad de 1-2 mil (25-50 µ).
ACERO (INMERSIÓN): Realice una limpieza por chorro abrasivo a un mínimo de SSPC-SP-10 grado casi blanco (NACE 2) y alcance un perfil de rugosidad de 1,5-3 mil (38-76 µ). Toda la viruta de soldadura debe eliminarse junto con las costuras manipuladas, las soldaduras resistentes deben estar lisas y todos los bordes filosos deben alcanzar un radio liso.
CON RECUBRIMIENTO ANTERIOR: Las superficies recubiertas anteriormente deben estar firmes y encontrarse en buenas condiciones.
Los acabados muy lisos, rígidos o brillantes deben tratarse con abrasivos o barrerse con chorro abrasivo para crear un perfil de rugosidad. Epoxi Mastic DTM es compatible con la mayoría de los recubrimientos, sin embargo, se sugiere llevar a cabo una prueba de adherencia.
METAL GALVANIZADO: Quite el aceite, la suciedad, la grasa y otros depósitos químicos limpiando con desengrasante u otro limpiador
apropiado. Elimine todo el óxido suelto, el óxido blanco o los recubrimientos antiguos deteriorados mediante limpieza manual, con una
herramienta eléctrica o con chorro abrasivo. Enjuague cuidadosamente con agua dulce y deje secar por completo.
